La violencia es una particularidad que va sujeta al género humano. De hecho, desde el principio de los tiempos, el hombre ha luchado por el agua y los recursos que le da la tierra. También, es importante remarcar que ampliar los territorios de dominio ha originado duras luchas y guerras.
Si nos fijamos en los inicios de la tierra, podemos observar que los hombres primitivos ya luchaban entre ellos con piedras. Más adelante, inventaron nuevas armas, como por ejemplo: uniendo una piedra a un palo y creando una arma más potente y así poder hacer más daño a su contrincante. Con la llegada del metal, aún fueron más intensas y la violencia empleada aun más fuerte. Los griegos y los romanos, ampliaron su imperio mucho más lejos de sus fronteras, batalla tras batalla, guerra tras guerra. La llegada de la pólvora desde China ocasionó un gran cambio en el sentido de la violencia humana. El cuerpo a cuerpo, ya no era tan intenso, ya que las nuevas armas distanciaban el combate directo, pero eran más efectivas. La violencia en las guerras aumentó, causando miles de muertos.
Las guerras mundiales del siglo XX han sido el escenario perfecto donde el hombre ha mostrado su parte más violenta. De hecho, se trata de duras y largas guerras, con consecuencias, conocidas por todos, millones de muertes.
Finalmente, la violencia también ha llegado a nuestros días. Actualmente, tenemos a nuestra disposición muchas ventajas, como por ejemplo avances tecnológicos y otras comodidades que podrían garantizarnos una vida mejor. Pero, aun así, el hombre sigue actuando violentamente contra otro hombre, físicamente o, también de forma psicológica. Aquí podríamos introducir el tema de violencia por la red. Para combatir estos episodios se han creado leyes que castigan la violencia entre nosotros, pero igualmente, vemos diariamente episodios de violencia, que por más absurdos que nos parezcan, reflejan, una vez más, nuestro instinto animal.
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