dilluns, 26 de gener del 2009

Y llegó el día: 20 de enero de 2009


Yes we can! Barack Obama ya es, oficialmente, el Presidente de Estados Unidos de América. El 20 de enero en Washington, como es habitual en este tipo de ceremonia, juró el cargo junto al Presidente del Tribunal Supremo, John Roberts.

La escalinata del Capitolio, donde se celebraba el acto estaba repleta de personalidades, representantes del congreso y del senado y cientos de invitados. En un discreto segundo plano, se encontraba el presiente saliente, George W. Bush. Cabe destacar una anécdota que ha sido muy comentada y que quedará para la historia. En el momento de prestar juramento ante el Presidente de la Suprema Corte de Justicia, éste se confundió con las palabras del juramento, ya que no las pronunció tal como están en la Constitución de los Estados Unidos, omitiendo una de ellas. Este hecho tuvo repercusión, pero finalmente Obama fue nombrado Presidente de Estados Unidos de América.

Después de la jura del cargo, Obama realizó un breve discurso a los asistentes al acto y a la nación, donde remarcó la voluntad de superar la crisis económica actual y emplazó a los norteamericanos a “volver a empezar el trabajo de levantar América”.

Dos millones de personas siguieron en directo la ceremonia a lo largo de los casi tres kilómetros de la avenida Pensilvania, y muchos millones más, por televisión. Este acto se siguió desde muchos puntos del mundo, porque es el comienzo de una nueva era, Barack Obama es el 44º Presidente de los Estados Unidos, pero el primero que es afroamericano. Estas diferencias se han convertido en un distintivo para el nuevo Presidente y también se han creado unas expectativas que todos esperamos que se cumplan.

Fuentes oficiales señalaron que este acto representa la convocatoria pública más importante en la capital de los Estados Unidos. La avenida Pensilvania estaba repleta de gente, la alegría por la toma de posesión de Barack Obama era evidente, cientos de pequeñas banderas norteamericanas ondeaban al viento, en manos de los entusiastas americanos. Esta ilusión también se mezclaba con la esperanza de que Obama pueda hacer posible un cambio a Estados Unidos, ya que los norteamericanos han depositado una gran confianza en él. Este sentimiento se ha contagiado a todo el mundo y son muchas las personas que creen en él.

Como nos comentó Orlando Jorge Mera en la entrevista que realizó para este blog, la campaña de Obama ha sido la mejor que se ha hecho en Estados Unidos y también la más cara de la historia norteamericana, como explicábamos en otro artículo de este blog.

Acabado el acto en el Capitolio, Barack Obama se dirigió junto a su esposa Michelle hasta la Casa Blanca, en el desfile presidencial por las calles de Washington.